Cualquiera que prenda la tele o la computadora por más de dos segundos sabe que estamos siendo inundados por mensajes negativos sobre la comida, el peso y la dieta. Fotos retocadas, roles estereotipados e imágenes de perfección inalcanzables nos hacen sentir inadecuadas con respecto a nuestro cuerpo. Las mujeres sentimos la presión por ser flacas, y si intentamos bajar de peso y no lo logramos, encima se nos critica no tener ni fuerza de voluntad ni control propio.
Como si esto fuera poco, si tenemos el peso que queremos, aún nos estresamos sobre qué comer, pues la mayoría de los expertos en nutrición parecen promover consejos contradictorios: ¿hay que comer carne o nos hace mal? ¿la harina integral engorda o los carbohidratos son necesarios?
El resultado de esta invasión de mensajes es que estamos muy confundidas sobre cómo lograr una buena relación con la comida y con nuestro metabolismo. Cada vez recibo más clientas que están exasperadas por encontrar la manera “justa” de perder peso y sentirse bien. Y es justamente para ayudarlas que me he especializado no solo en nutrición sino en el área psicológica que estudia nuestros comportamientos y emociones relacionados a la alimentación, hoy por hoy conocida como la Psicología de la Nutrición.
La Psicología de la Nutrición está a la vanguardia de herramientas y protocolos que permiten trabajar de manera positiva y efectiva los problemas de peso, imagen corporal, atracones y compulsiones – así como también una amplia variedad de problemas de salud relacionados a la nutrición, como ser la digestión, la fatiga, el estado de ánimo, y la inmunidad, entre otras -.
Mi trabajo combina los campos de la Psicología Dinámica de la Nutrición y la Bioindividualidad , que resultan ser una excelente combinación de técnicas para resolver efectivamente problemas de alimento y salud sin necesidad de recurrir a tácticas que privan o castigan, sino a través de estrategias que nutren cuerpo y alma.
Gracias a mi entrenamiento en ambas ciencias, en mi práctica profesional combino las mejores estrategias de la nutrición y la psicología alimenticia. Mis clientas ya no se estresan sobre lo que “deberían y no deberían” hacer, se liberan de las expectativas irreales que les han sido impuestas, y logran centrarse en lo que es correcto para su propio metabolismo y estilo personal.
A medida que trabajamos juntas de esta manera, los problemas de salud y alimentación se van convirtiendo en un fascinante punto de partida para explorar la relación que mantenemos con nuestro cuerpo, descubriendo nuevas oportunidades de crecimiento y superación personal.
